viernes, 14 de febrero de 2014


14 de febrero de 2014. Viernes.
IRÉ A VIVIR A GANÍMEDES
 
Hacia Ganímedes. F: USGS
 
-Cuando sea mayor, es decir, cuando tenga quizá unos miles de millones de años más, y el poder adquisitivo suficiente (ha siglos que empecé el terrible ejercicio -céntimo a céntimo, monedita a monedita- de ahorrar) me iré a vivir a Ganímedes. Los científicos, esos seres que parten el bacalao de lo que es o debe ser, de lo que está más acá de allá o más allá de acá, de lo que es bondad o delirio de maldad, etcétera, han descubierto, tras infinitos años de estudio y paciencia, y de dólares USA y de los otros, de todos los otros, aun de los que se quitan al hambre, etcétera, que Ganímedes, la luna más grande del planeta Júpiter y de todo el sistema solar, podría ser habitable y aun estar habitada. Es posible que hasta haya carritos de helado para los veranos, pues, aunque más cortos y suaves que los nuestros, son sin embargo veranos, y por tanto propicios para tomar baños de sol, mientras se da cuenta de una bola de vainilla en cucurucho de galleta. Avanzan esta noticia un grupo de investigadores de la Universidad de Brown, que han descubierto que en esta luna pudiera haber un océano subterráneo; es decir, que de lo anteriormente dicho, nada: no hay posibilidad de tomar baños de sol, a no ser que se haga aflorar el agua y se construya una piscina municipal, que algún alcalde lleve en su programa como revulsivo en unas elecciones. Pero puede que todo sea como lo del sabio Stephen Hawking, que descubrió los agujeros u hoyos negros (una región del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa tal, que engendra un campo gravitatorio capaz de tragarse cualquier partícula material, incluso la luz) y ahora se deja caer con que no existen. No existen los agujeros negros, qué alivio. A lo mejor, Diario, él que negaba la existencia de Dios, acabe por desvelar que lo ha hallado en un evangelio perdido en el espacio y camino de Ganímedes; en esta ciencia del «se supone» o «del parece ser», todo es viable, hasta poder dar con el asteroide B 612, donde vivía un príncipe que, no obstante ser niño, hablaba filosofando y ponía en solfa a los mayores, seres muy extraños (20:44:10).

No hay comentarios:

Publicar un comentario