lunes, 2 de junio de 2014


2 de junio de 2014. Lunes.
MÚSICA DE SOLISTA DE POP
 
Sic transit gloria mundi, en el jardín. F: FotVi
 
-Abro los ojos (ah, y el oído que oye) y escucho al mirlo anunciando su producto; es decir, su enamoramiento. Ya lo sé, le digo; estás enamorado, ¿y qué? Y, como un violinista de la calle, de los que alegran la pobreza, insiste e insiste, y acabo por darle la limosna de mi oído (el que oye, claro) y escucharle. Y con su música, me devuelve la moneda que le he largado. Merece la pena gastarse un tiempo en escuchar la música del mirlo, es como música de solista de Pop, un poco estrafalaria, pero música con sentimiento y ritmo de orfandad. Ayer, por fin, llovió; una pequeña aspersión pascual necesaria, pero insuficiente; seguro que las raíces más hondas ni se enteraron. Pero algo es algo, menos de una piedra. Luego de rezar, planto (o trasplanto) un aprendiz de árbol en el jardín, para adentrarme al fin, como cada día, en el mundo inquietante y variopinto de las llamadas redes sociales, que muchas veces de sociales sólo tienen el nombre y que, como redes que son, enredan y pescan también en ríos revueltos. Es verdad que en las redes sociales hay de todo, aunque menos que en botica. Lo más que hay es vanidad, que no creo que sea engreimiento o arrogancia (¿o, sí?), sino un modesto modo de salir de la soledad y sus miedos y levantar la vista y contemplar horizontes atrayentes, allá, a lo lejos de uno mismo, donde andan las utopías y los sueños, y desde luego los hobbit y los dragones y los bosques encantados, y por qué no los quijotes y sus hermosas quijotadas. Asusta tanto la soledad que hay quien se mete en las redes sólo para sentir que hay alguien al otro lado de su soledad, quizá instalado en otra soledad, que lo escucha, lo singulariza con un «me gusta», o le dice desde la frialdad del teclado algo así como estoy contigo, para consolar y consolarse, que no es poco. El mirlo, ahora que garabateo escritura, ha callado; el sol es débil y ha refrescado. Ah, y Rajoy (el del «no sé si sí o no sé si no») anuncia que el Rey abdica. ¿Será sí o será no? Esta vez parece que va de sí. Y ha abdicado; es decir, el Rey cesa como rey. Pero a rey muerto, rey puesto; de Juan Carlos I a Felipe VI, como el que cambia cromos. Hoy, día histórico; y lo constato aquí antes de que salga en los libros de Historia. La Historia es así, dice lo que ya no es; toda Historia es pasado que se hace en el presente, para recordar en el futuro. En todo caso, Diario, «sic transit gloria mundi», que escribiría el místico Tomás de Kempis en su Imitación de Cristo, místico y sabio (20:47:19).

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