domingo, 9 de noviembre de 2014


9 de noviembre de 2014. Domingo.
BOFETADAS VERBALES
 
Biblioteca de Celso, en Éfeso. Turquía. F: FotVi
 
-Se planta alguien en un Parlamento (lugar donde la democracia habla, parlamenta, legisla) y, dirigiéndose a un determinado grupo, suelta: vosotros sois «el resto miserable de lo que, por suerte, ya ha sido superado». El que esto decía se llama Wolf Biergmann (cantautor) y eran los diputados del partido Die Linke (La Izquierda) los que recibían «el par de bofetadas» verbales del músico alemán. Y lo hizo el día en que el Bundestag (Parlamento federal alemán) celebraba el 25 aniversario de la caída del muro en Berlín. Gozo por las palabras y porque nos enseñan el camino a seguir en la denuncia de la maldad y la barbarie humanas. ¡Bofetadas verbales, bellas bofetadas! Qué bien si todas las bofetadas fueran así, y todas las guerras. Guerras de bofetadas verbales. Hay que darlas, y hacerlo donde se habla. En nuestras Cortes (Parlamento) no hay «bofetadas verbales», o, si las hay, son rifirrafes de capa y espada, teatrales y cínicos. No hay verdad ni en las palabras ni en su espíritu; son palabras que nacen moralmente muertas; son la defunción del lenguaje por inocuo y perverso. En las Cortes se muere el lenguaje, porque no dice verdad, o dice verdades a medias. En el Parlamento las palabras nacen aves muertas, sin canto y sin vuelo, desplumadas. Enclaustradas demasiadas veces en la mentira. Pero los hay, hombres y mujeres de la cultura, que hacen de la renuncia a distinciones y honras concedidas por el poder más que bofetadas verbales. Para que el poder caiga en la cuenta de sus desvaríos y penurias en lo que toca a la cultura. Jordi Saval, músico, y Colita, fotógrafa, como antes hicieran Javier Marías o Josep Soler, renuncian a los Premios del Ministerio de Cultura, porque es, dicen, Ministerio de otra cosa; no de cultura. Aunque me queda la duda, Diario, de qué hubiera ocurrido si en vez de venir estas distinciones como han venido de una mano derecha hubieran venido de una mano izquierda. ¿Habría habido tales bofetadas verbales y tan bien jaleadas por determinados medios? Celebro este modo de dar bofetadas, románticas; pero estoy (y parpadeo, confuso) en la duda (19:06:20).

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