viernes, 24 de junio de 2016

24 de junio de 2016. Viernes.
VIERNES NEGRO

Convivencia, en Lucerna, Suiza. F: FotVi

-El Brexit, en Gran Bretaña, ha triunfado, y todo son caras alargadas, desconfianza en los mercados. Un viernes negro, dicen; y no sé cuántos viernes negros van ya. Un viernes negro, como el tizón, nos ha acaecido. Yo, que apenas entiendo nada de todo esto, digo sin embargo que no será tan negro, como nos dicen, el negro de este viernes tan negro. La bolsa ha sufrido un retroceso: 12 %. Es verdad. Pero esto no lo notan en casa de mi amigo el albañil, ni en la lonja donde mi amigo el pescador, ni en el supermercado donde la cajera coge un billete de 50 y lo pasa por el aparato que te dice si es falso como «la falsa monea» o no. Viernes negro para la bolsa; pero no para el que vive de su sueldo sin grandes aspavientos ni despilfarros. Aunque todo lo que se rompe, duele. Duele que se rompa este vaso tan frágil que se llama Europa, y que nos cobija a todos, salvo a los que desean llegar y no los dejan, a los emigrantes que vienen por Lampedusa y se mueren en el mar. O llegan ateridos, y se quedan hacinados. Hasta que se olvidan. El Brexit, Diario, ha abierto fronteras; prepara el pasaporte y deja que la niebla te envuelva en un Londres cerrado a cal y canto, en un Londres otra vez clausurado para la libre circulación (21:02:46).

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