jueves, 23 de febrero de 2017

22 de febrero de 2017. Miércoles.
COMENSALES DE LA LENGUA

En un lugar de la Mancha, en el Quijote. F: FotVi

-Recuerdo el tiempo en el que, o bien porque entendía el autor que todo el mundo sabía latín, o bien porque el que escribía era muy sabio (o muy pedante, perdón, que no se oiga), en un escrito en castellano, viniera o no a cuento, se metía un latinajo. Saber latín, entonces, era un galón, un signo de distinción intelectual, lo mismo que ahora el de dar la sensación que te manejas en inglés. Escribes y, si no pones dos o tres frases en inglés, el escrito es una fatalidad literaria. Si, hablando del paro, no pones un apparatchick (no haber tenido ningún trabajo); o hablando mal de Trump, make America great again (que América sea grande otra vez), o esto otro: Trump go tower (Trump a la torre); o del acto de fe del emigrante, i will survive (sobreviviré); si no dejas tiradas unas cuantas frases así por el escrito (sin traducción, por supuesto), eres un lerdo escritor junta-palabras que no mereces la más mínima consideración o deferencia. Y es que se considera que, si escribes como un recopilador de cagaditas de mosca (las letras), que vas poniendo una detrás de otra, hasta formar palabras (en español), que suenan a «algo», pero que, si no se aclara con un adorno en inglés, nada dicen o dicen muy confuso. Es lo que, por la visto, piensan estos escritores, cuando cogen el inglés y lo van espolvoreando por un escrito como si fueran las especias o la sal que dan sabor a un cocido. Yo, sencillamente, protesto, como lector y como escribiente de esta lengua, que no es vieja, sino eterna y, como diría en un antiguo artículo Francisco Umbral: «a ti dedico hoy mi crónica, viejo idioma que te repristinas cada día, señor feudal de las lenguas (…), herramienta de Dios (…), corral de los cafés, guirnalda de Cernuda y Garcilaso, actualísima voz de las muchachas». No desprestigiemos el castellano con voces traídas de otras lenguas, que a ésta, Diario, le sobran pan y plato donde sopar, sin que falte, por muchos que sean los comensales (19:32:53).

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