sábado, 15 de abril de 2017

15 de abril de 2017. Sábado.
SEPULCRO

Campanas de gloria, en Éfeso. Turquía. F: FotVi

-Día espléndido y callado -y santo- el de este sábado, en el que descansa Dios en el sepulcro escavado en la roca. La roca, cuidadora del cuerpo de Dios, como la ostra que vela por la perla, hasta que ésta amanezca joya. O en la muerte del pobre: Dios también es enterrado en la roca de la muerte del perseguido, o el desterrado, o el emigrante. El Papa habló de vergüenza al contemplar ese martirio de seres inocentes que se pierden en el mar o que andan erráticos, perdidos, por Europa, tirando de los niños y con solo la esperanza como equipaje, esperanza que a veces la suelen dejar o frente a una alambrada o en el camino de ir hacia ninguna parte. Es la caída en el sepulcro del desaliento, de la impotencia, de la desmoralización. Y ahí estuvo y está Jesús, hasta que llegue el día de la justicia, de la resurrección. Mañana, la noche se hará día, y el sepulcro, Diario, quedará vacío, llenando de luz y brillo el acontecimiento humano, del que forma parte quien se dice Hijo del Hombre y de Dios (20:42:55).

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