sábado, 1 de julio de 2017

1 de julio de 2017. Sábado.
TIEMPO DE DESGANAS Y BOSTEZOS

El ojo del verano, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Me despierta un fresquito meloso y acariciador. Salgo al patio y respiro hondo, tan hondo que me parece inhalar tierra mojada. Son las seis de la mañana y me dispongo a andar. Me protege la carpa azul del cielo y sus pájaros cantores: el mirlo, el gorrión, el ruiseñor. Un hermoso concierto que parte de los árboles del parque. Mientras camino, pienso en aquellos que tienen recetas para todo: desde cómo conciliar el sueño cuando te desvelas o qué libros debes leer en los días larguísimos de verano. Porque veranear, salvo el tiempo de las copas, es tiempo de desganas y bostezos. Y de grandes e imaginarias lecturas. Yo no consiento que nadie me diga qué tengo que leer; suelo leer lo que me apetece, casi siempre clásicos, y alguna vez un best seller (o superventas), para liberarme a mí mismo de creer que el que no lee lo que yo es un menguado lector. Yo empecé a leer con el Capitán Trueno, y aquí estoy ahora leyendo todavía, dificultosamente, a Quevedo, a San Juan de la Cruz, a Borges, a García Márquez, a Octavio Paz, a Paco Umbral, a Italo Calvino, y volviendo alguna vez, con contento, de nuevo, al Capitán Trueno, donde vi por vez primera la luz de las letras. Goliat era un gordo fanfarrón que me entusiasmaba. El día, de pronto, se ha ennegrecido, entre truenos se abre el grifo de la lluvia, que, al poco, ha terminado. Unas gotas, y el sol reinando de nuevo en el verano. Como un coloso. El día, sin embargo, se ha refrescado. Yo, Diario, voy a releer La memoria de Shakespeare, de Borges, que consta de cuatros relatos y, con el Índice, forman un libro de 83 páginas en formato pequeño: una maravilla con Tigres azules. El tigre, un fuego que resplandece, según Blake (20:24:59.

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