domingo, 1 de octubre de 2017


1 de octubre de 2017. Domingo.

GANA EL MALO

Una pequeña luz, para la cordura. F: FotVi

-Y llegó el día de la bendición, o la maldición. El día H de las distancias, del desapego, de la discordia. O el de la foto en blanco y negro de la España rota y malquerida, sin fe en sí misma, invertebrada (Ortega y Gasset). Agónica. En este aquelarre independentista, el Gobierno pierde, y el Govern gana. España y parte de Cataluña pierden y el Govern gana. Antes, en las películas y al final, siempre ganaba la ley, aunque fuera una sola persona la que la defendiese. -Solo ante el peligro-. Ahora, no; una mayoría quiere y respeta la ley y una minoría la burla, y, sin embargo, gana la minoría. Y entonces el asombro se viste de ojos abiertos, desorbitados; ojos que miran sin creer. Ahora en las películas siempre -o casi siempre- gana el malo, y bajo las letras del fin, se le ve irse de rositas a vivir una vida mejor. Hoy estoy triste, no por el referéndum catalán, sino por el despropósito de haber dejado que se llegara hasta aquí. La fuerza -legítima- ya no tiene buena prensa; y más si se viste de agresora, abatiendo a una minoría sin ley. Una viejecita con la cabeza ensangrentada: ya tenemos a la España negra manchando los telediarios y las páginas amarillas de casi toda la prensa del mundo. (¿Qué periódico, por muy serio que sea, no es en sus contenidos un poco amarillo?) Pues de todo este carnaval, lo que más me ha impactado ha sido esa anciana con la cabeza partida, y la que sacará de su cesta de la mentira Puigdemont, para exhibirla y así, al fin, cobrar por ello el cupo catalán. Quien no llora, Diario, no mama. Ya verán cómo esta rémora -Puigdemont- se va riéndose de la ley y de su misma sombra, sin un lamento por esa anciana maltratada y herida, y tan sin culpa  (19:03:19).

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