martes, 31 de octubre de 2017


31 de octubre de 2017. Martes.

TRIGALES ENCENDIDOS

Recordando que es tierra, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Van por la vida como gallinas perseguidas. No es lo mismo prometer que dar trigo. Trigales encendidos. Hay utopías que solo suceden en la boca: como llenar de flores todas las tumbas. Imposible, pues los hay que acaban su vida en el mar, y sin signo que los distinga. Por eso dice Adam Zagajewski, poeta -de los poetas es el reino de los cielos, y el de la libertad-: «Cuando te vayas, como las nubes, / se teñirá de bronce tu recuerdo». Muchas veces, vivimos en los recuerdos: los recuerdos, que son nuestro porvenir. Sin recuerdos, los pasos se pierden, o, en todo caso, hacen de nuestra vida una duda. Cuando Marcel Proust escribió En busca de un tiempo perdido (1908 y1922), se subió a sus recuerdos y construyó un relato flemático y sublime, que hace que los recuerdos hablen y cuenten, y vivan, y le den luz a las palabras. Los recuerdo, que son como la luz que de pronto surge en la oscuridad. Cuando estás perdido, cuando no hallas la salida, un fósforo, una chispa de pedernal, te aclaran el camino. Estos días ando perdido: los recuerdos no me salvan. Y es que solo tengo un recuerdo: el del caos. Puigdemont, en Bruselas, y la justicia, Diario, jugando a los dados. Caos. Como diría el poeta: «¡Patria, cómo te extraño!». Quevedo (19:11:01).

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